viernes, 23 de enero de 2009

ODIO A COPSA


Día entre semana a media tarde y uno como un jeropa haciendo mandados en Pando, terminados los quehaceres mundanos, me dirijo a la histórica parada donde descansan todos los héroes esperando el 754, Wilson Ferreira y Piovene.
Espero por el lapso de treinta minutos prestando secreta atención a la charla de dos comadres que hablan del tiempo y que se yo, cuando lo veo, majestuoso, implacable, el Salinas se acercaba cercado por dos bondis más que venían delante de él.
Paran los tres al unísono, quedando mi preciado pasaporte a casa a mitad de cuadra con la puerta abierta, oportunidad que aprovecha una vieja para treparse con inaudita agilidad, yo ahí dudé, no supe si avanzar en su búsqueda o esperarlo en la esquina, en un rapto de coraje avancé, di cinco o seis largos pasos, cuando los dos primeros ómnibus comienzan a avanzar, no supe si seguir, camine tres, retrocedí dos, dude nuevamente, el coloso se acercaba y yo ya no estaba en la parada, al fin decidí volver al punto de inicio. Viendo que ni por asomo llegaba a la esquina estiré el brazo, seña inconfundible que detendría al Copsa. Al mando de la máquina un señor entrado en años amago a no pararme, solo amago porque en la esquina se detuvo, quizás porque había mucha gente en la parada y eso lo atribuló. Viendo que el chofer del Copsa no tenía agallas para dejarme de seña me envalentone y caminé hacia el ómnibus tan lento como un cristiano de 28 años puede hacerlo. Subí, pedí boleto a Empalme Olmos.

Mientras el conductor bastante entrado en años me digitaba el boleto, me increpa sobre porque no me dirigí hacia el ómnibus en vez de esperarlo en la esquina, me mira, espera respuesta; sorprendido y desprevenido intento responder cordialmente “es que quedé a media tabla y no supe si avanzar” en mi foro intimo, siempre creí que un lenguaje futbolero y llano podía ser un excelente apaciguador, por que no el chiste, primera trinchera del cobarde. Al parecer al as del volante no le habían bastado mis explicaciones, por eso, entre dientes, evitando que el resto del pasaje se percatara del suceso me dice: “Pero vos sos medio taradito… no?”

Yo realmente no entendí bien lo que me dijo el viejo, me pareció percibir que el chofer me estaba insultando, y es por eso que casi inocentemente, inclino mi cuerpo hasta lograr nivelar mi altura con la del chofer y le pregunto en un tono más elevado ¿Cómo?, “doce pesos” me responde el bondinauta. Ahí sí, el señor había achicado por segunda vez, era mi oportunidad, cual perro cuzco favorecido por las circunstancias lo atore, le metí el peso casi; “vos sos medio atrevido me parece”, “bastante atrevidito” iba vociferando por el pasillo rumbo al asiento, con el pecho hinchado, la frente en alto y pensando “este hijo de puta me va a pasar de la parada”

7 comentarios:

Anónimo dijo...

que buen hallazgo este blog ... todo muy lindo y muy vistoso ... pero ... me parece que la historia de copsa es una adapatacion libre de algo que me paso a mi rumbo al laburo y que luego te conte, que petiso chanta que so

güorina dijo...

La parada del SUPER USA! QUÉ GARCHA! Una vez me tomé equivocada un copsa que decía "Bonifacino" y conocí lo que es la propia loma del orto (y yo creía que era Empalme).

El exiliado del Lago Logan dijo...

Empalme olmos en realidad no es el culo mundo... eso es cierto, ¿pero quién nota la diferencia?

Anónimo dijo...

yo también

Anónimo dijo...

ah ! y menos prepo Profe !! lo leo una sola vez a la semana ok ?ah y como la complicas con la verificación de la palabra !!!! es tan necesario ?, en fin , ud , manda. Muy buena web!

El exiliado del Lago Logan dijo...

Acostumbrense a la burocracia y sin chistar... ¿o no querían comunismo ustedes?

Unknown dijo...

Pero que historia mas bonita!!
Creo que el destino podría variar y siempre vamos a encontrar algún usuario de estas hermosas unidades de nuestra querida Cooperativa de Ómnibus Pando Sociedad Anónima, Desde Santa Lucia, mis saludos cordiales.